Ingredientes:
- 400 mililitros de agua
- 150 gramos de harina (aproximadamente 5 cucharadas soperas muy colmadas)
- un diente de ajo
- aceite para freír
- dos patatas medianas
Se cortan las patatas a lo pobre y se fríen en aceite abundante. Se aparta la patata y se reduce la cantidad de aceite a la mitad. En este aceite, se fríe un diente de ajo cortado a láminas. Por otro lado, se disuelve la harina en el agua, se mezcla bien y se añade al ajo mientras el aceite está caliente. Se remueve la mezcla y cuando comienza a cuajar se incorporan las patatas. El único secreto es mover sin parar la sartén (haciendo movimientos laterales) hasta que se dore. Se va aplastando la masa hasta que se vuelva crujiente y se le van dando vueltas (al aire o con un plato) hasta que su aspecto exterior sea similar al de una tortilla de patatas bien hecha.